EL CUERPO

Mi cuerpo

es un templo de amor,

donde las estrellas danzan,

admiradas en la oscuridad

por sus planetas.

 

Sus luces y sus sombras

me nutren por igual

en este juego de ternura

entre lo fugaz y lo eterno,

lo diminuto y lo inmenso,

por este sendero místico,

donde celebrar la vida

es vía a la inmortalidad.

 

Amo a mi vida

exactamente como es,

imprevisible, aventurosa y resiliente

porque  confío en la inteligencia,

que desencadena en ella

y me lleva a los labios

de la verdad.

 

Amo

hasta mis dolores,

porque me enseñan

cómo liberarme de historias innecesarias

en la memoria de mi alma

y me purifican

para albergar la llama incandescente

de un amor cada vez más consciente,

por el Ser.

 

LA VERDAD

Todo brilla

allí donde me muero,

por donde me nazco

en la  auténtica realidad.

 

Y todos los caminos valen

porque somos

Aquello

que aparenta ser tocado

por diferentes instrumentos

de la misma divinidad.

 

 

MIS POEMAS

Mis poemas aparecen

como gotas del rocío

al amanecer.

 

Los recojo

del manantial de la vida

para regar la planta

de amor

en los corazones de la gente.

 

Allí, un día, crecerá

un árbol

con cuyas hojas escribiré un libro

de plegarias para que este planeta comunitario

despierte a su esplendor.

 

DICHO POR LOS ENAMORADOS

No estoy aquí para cortarte las alas,

estoy,

para que me enseñes volar

a lo más alto en nuestro amor.

Estoy,

para saborear el néctar

de lo divino en lo humano,

para crecer al Infinito y encarnarlo contigo

como dos almas reunidas en la luz

del albor.

LA VIDA

La vida es un un proceso en el amor,

a veces disfrazado

en los colores del arcoíris.

Así que celebro este sagrado instante

contigo,

en la distancia y por el silencio

que nos une por la verdad:

La verdad es el amor.

 

Cinco poemas de amor brasileño