Fiel (gritando): Dios, ¿dónde estás? ¿Por qué no me contestas? Dios (susurrando): ¡Estoy aquí! Fiel (gritando): No puedo escuchar, ¿puedes hablar más alto? Dios: (susurrando): solo si bajas el volumen de tu voz y de tus pensamientos. Fiel (hablando): OK,
EL VIRUS DEL MIEDO Y SU REMEDIO EN LA AUTOCONCIENCIA
Cuando algo me pasa en la vida, lo primero que me pregunto es POR QUÉ LO HE INVITADO EN MI REALIDAD y luego qué es lo que aprendo con él. Desde mi perspectiva, eso es el deber de todo ser